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UNIVERSIDAD
       todo se reduce a admiración, porque esa   hermano. Alejandro trabajó con don Álvaro   recién llegado a la Universidad de Navarra,
       es una reacción que tiene mucho que ver   en la Universidad de Navarra entre octubre   y alojado en el Colegio Mayor Belagua, me
       con el plano de la racionalidad, es decir, con   de 1971 y fines de 1975 en que regresó a   invitó a su cubículo para hablar de lo divino
       el de las evaluaciones. No debe preterirse   Chile con su doctorado debajo del brazo.   y de lo humano, advertí sobre el muro que
       que existía también el afecto, a pesar de su   Ambos nos mantuvimos íntimamente unidos   daba a los pies de su cama, carteles escritos
       carácter reservado. Sería injusto no poner de   a la figura de don Álvaro durante toda su vida:   por su  propia mano,  donde aparecían  los
       relieve que también era un hombre generoso   Alejandro desde la proximidad intelectual   esquemas de las cinco declinaciones y las
       y  amable,  que  jamás  tenía  un  gesto  de   y espiritual, a la que yo pude unir también,   cuatro conjugaciones latinas: Alejandro las
       desdén o indiferencia para quien recurría a   como he dicho, la cercanía física. Durante la   repasaba noche tras noche, tal como lo haría
       él. Podría decir que una generación entera,   vida de don Álvaro, nuestro común maestro   un niño aprendiz de silabario”.
       en la que me incluyo, pudo crecer gracias al   fue siempre parte importante en (y de) la
       apoyo  que  encontró  en  Alejandro  Guzmán   conversación que mantuvimos Alejandro y
       en Chile, cuando todos habíamos regresado   yo. Alejandro sabía de mí por don Álvaro, y
       de nuestro ciclo de formación doctoral y   así sabía yo también de él. De alguna manera
       descubríamos que aún había mucho que   es lo mismo que sucede entre hermanos de
       aprender. Nada habría  sido posible si él   familias numerosas: unos saben de otros por
       no hubiese respondido a cada solicitud   los padres, que actúan de intermediarios”.
       de consejo o de ayuda con la generosidad
       que lo caracterizaba. De modo que afecto y
       gratitud, podríamos decir, iban de la mano”.





                                                                                                  Francisco Samper

                                                                               “Desde la muerte de mi amigo, he escrito
                                                                               varios párrafos en su honor y para su
                                                                               recuerdo, pero en ninguno  de ellos situó
                                                                               sus méritos intelectuales por encima de lo
                                                                               que para mí significa la honda amistad que
                                                               Rafael Domingo
                                                                               nos unió y que creció ininterrumpidamente
                                                                               desde que nos conocimos allá por los años
                                           “Para mí fue un privilegio conocer y colaborar   70. Alejandro fue un hombre de fe profunda
                              Patricio Lazo
                                           académicamente con Alejandro Guzmán   y meditada, y al respecto no albergó dudas.
                                           Brito, por su gran capacidad intelectual, su   Supo cultivar e incrementar el legado que
       “Y así pasarían los años”, continúa: “la amistad   amplia erudición e interés por la investigación   recibió en sus años mozos, y así hasta el final,
       iría creciendo año a año, de modo que sería   jurídica e histórica. Alejandro fue el tipo de   sólido en sus convicciones de la más pura
       natural que, desde mi llegada a la Facultad   discípulo que engrandece al maestro. De tal   ortodoxia. Enriquecido por la cercanía con
       de Derecho de la PUCV, conversáramos y   palo tal astilla. Por eso constituye para mí un   maestros de la talla de d‘Ors, Sánchez Bella
       compartiéramos a diario, siempre con afecto.   modelo de lo que debe ser un investigador y   o Sancho Rebullida, volvió a la Pontificia
       Para quien escribe estas líneas, la amistad   una confirmación del gran papel intelectual   Universidad Católica de Valparaíso, su casa
       con don Alejandro constituiría siempre una   que Iberoamérica, y Chile en particular,   a la que amó con hondo afecto, y que la ha
       oportunidad de crecimiento, tanto personal   están llamados a desempeñar en nuestro   honrado con su nombre y docencia”.
       como intelectual, y lo sería hasta el último día   mundo globalizado. Descanse en paz, junto
       de su vida. La muerte nos lo arrebató mucho   a su maestro Álvaro d’Ors, aquel que tanto lo   El trabajo académico que desarrolló
       antes de lo que hubiésemos esperado, pero   quiso”, comenta.            Alejandro Guzmán Brito, y en especial los
       nos queda su luz, un sendero imborrable y la                            libros que escribió, fueron su mayor fuente
       sensación de haber aprendido muchísimo de   Finalmente, Francisco Samper, académico   de gratificación, pues su principal legado
       él. Espero que se me entienda cuando digo   extraordinario de la Facultad de Derecho   será, según el propio profesor, dejarles a las
       que la gratitud hacia él es infinita”.  PUCV, dedica palabras a quien  fuera uno   futuras generaciones textos reflexionados
                                           de sus más grandes amigos.  “Se trata, y   sobre muchos tópicos.
       A las palabras de homenaje se suma el   tantas veces lo he dicho, de un humanista
       profesor Rafael Domingo, académico de   excepcional,  exquisitamente  culto,  amante   Su  compromiso  con  la  Universidad  lo
       la Universidad de Navarra (España) y de la   de las buenas letras, la buena música y la   motivó a servir los cargos de director y
       Universidad Emory (Atlanta, Estados Unidos).   buena pintura y, sobre todo, un hombre   decano de la Facultad y Escuela de Derecho,
       “Con Alejandro Guzmán compartimos lo   de convicciones certeras y firmes. Poco   respectivamente, y de director del programa
       más importante que se puede compartir en   después de haberlo conocido, el ilustre   de  Doctorado  de  Derecho,  del  que  fue  un
       la academia: la filiación intelectual. Ambos   Ávila Martel me decía que Alejandro era la   entusiasta impulsor. Desde todos ellos puso
       fuimos discípulos de un gran maestro Álvaro   más fina mente jurídica que había tenido   a disposición de nuestra Casa de Estudios
       d’Ors (1915-2004). Eso sí, en momentos   delante de sí, y nuestro común maestro   sus reconocidas capacidades. Su decisiva
       distintos porque él era 18 años mayor, tiempo   Álvaro d’Ors, comentaba con alborozo que   contribución  y el legado  invaluable de  su
       suficiente como para que lo considerara como   Alejandro unía la profundidad dogmática de   vida dedicada a la Escuela y a la Universidad
       una suerte de hermano mayor con el que no   Kaser con la agudeza histórica de Wieacker.   es motivo de profundo orgullo para la PUCV,
       tuve la fortuna de convivir en la casa paterna   Yo en su día quedé impresionado por el   que tuvo el privilegio de haber contado con
       por razones de edad, pero no por eso menos   tesón que unía a su inteligencia: cuando   tan destacado académico en sus aulas.

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