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UNIVERSIDAD

Osvaldo Corrales Jorquera
(rector Universidad de Valparaíso)

Ingresé a la enseñanza media dentro del colegio y estuve en una
época agitada. Eran tiempos difíciles, en plena dictadura y en ese
tiempo no había una separación entre el colegio y la Universidad al
menos en Sausalito. Así que a veces nos veíamos involucrados en
marchas o manifestaciones.

Por otra parte, el colegio cultivaba una cultura de autodisciplina.
No había inspectores de patio, ni porteros o guardias en las puertas,
por lo que nosotros disfrutábamos de bastante libertad. Podíamos
transitar también por la Facultad de Filosofía y Educación de la PUCV
sin restricciones y se entendía que cada uno debía autorregularse
Guillermo Martínez (decano Facultad en materia de comportamiento y participación en clases.
Ciencias del Mar y Geografía PUCV) El Rubén Castro también era académicamente muy exigente.
Teníamos evaluaciones sorpresivas o clases los sábados. Eso tenía
Dentro del Rubén Castro había una heterogeneidad social el sentido de someternos a una gran exigencia desde temprano
bastante grande, desde hijos de amas de casa hasta de gerentes para poder entrar a la universidad, porque esa era la pretensión
de importantes empresas en Viña del Mar. Los lazos de amistad del colegio: que ingresáramos a la universidad. Quizá por eso el
que se formaron son muy fuertes y perduran a través del tiempo. colegio tenía unas prácticas muy diferentes a las que se empleaban
Por ejemplo, tenemos compañeros que viven en otros países y en otros establecimientos y eso formaba parte de la tradición del
mantenemos el contacto con todos ellos, ni antes ni ahora importó Rubén Castro, que lo hacía distintivo de otros colegios, incluso los
demasiado de dónde venía cada uno. católicos.

Una labor que se debe destacar sin duda es la de los profesores. Destaco también que nos entregaban muchas herramientas para
Tuvimos una enseñanza de excelente calidad, lo que aprendimos la vida. Por ejemplo, en esos años teníamos el gobierno estudiantil,
quedó muy grabado y es muy difícil que lo podamos olvidar. donde todo se elegía democráticamente. Esto nos movilizaba en
Teníamos profesores de la Universidad Católica enseñando ciencias una cierta formación cívica y cultura política, donde se armaban
básicas, así que los talleres o laboratorios los hacíamos en la Casa debates muy interesantes. El colegio le daba importancia a este
Central de la PUCV. Tuvimos un equipo docente de muy buen nivel. gobierno, participaba en los consejos, tenía ese carácter distintivo
Fueron ellos los que nos dieron los espacios de libertad necesarios en una época donde todo esto estaba prohibido.
para poder desarrollarnos como personas. Por lo tanto, para
nosotros, el tránsito entre la enseñanza media y la universidad fue Es un colegio que se ha esmerado siempre por dar una formación
relativamente moderado, no fue tan exigente como en otros casos. académica de excelencia y además se caracteriza por intentar
formar el carácter de sus estudiantes, estimulando la autonomía
Un aspecto importante que nos marca como ex alumnos, sin lugar y el pensamiento crítico. Se nos estimuló, desde muy pequeños,
a dudas es el desarrollo del pensamiento: nos enseñaron a pensar, en cuanto a la visión del servicio público, el preocuparse por las
hacernos preguntas, el cuestionamiento frente a todo y tratar de cuestiones de interés general.
buscar las respuestas por nosotros mismos, mediante la indagación,
la exploración bibliográfica o bien la experimentación. De hecho, a Creo que esa es la impronta que el Rubén Castro me dejó y que me
nosotros en Sausalito se nos entregaba una sección del entorno y terminó llevando al mundo de la educación, las preocupaciones
esos metros cuadrados teníamos que observarlos durante el año, por las cuestiones de interés general fueron las que más me
describir los componentes del ecosistema, registrar las relaciones marcaron con un cierto amor y valoración por la necesidad de estar
e interacciones y los cambios que veíamos, complementando todo permanentemente formándose.
con una exhaustiva revisión bibliográfica. Ahí el tema de aprender
a pensar era potente y me marcó profundamente en todo lo que
fue mi vida como estudiante en la universidad y también mi vida
en lo profesional.
Se nos inculcó la responsabilidad del trabajo bien hecho y también
lo que es la vocación de servicio: pensar en el otro, que lo que
hacemos tiene impacto en otras personas y nuestro entorno,
fueron valores que quedaron fuertemente arraigados a nosotros.
De hecho, incluso en la Universidad, uno de los valores más
arraigados es el de la vocación de servicio.

Creo que todos los académicos de la PUCV realizamos diferentes
tipos de actividades en beneficio de nuestro entorno regional
y nacional, donde entregamos conocimiento y lo ponemos al
servicio de la sociedad gratuitamente. Esto se relaciona con el
tremendo valor que, en mi caso personal, se viene cultivando
desde el colegio Rubén Castro. En el fondo, si se cultivan los valores
que son esenciales para el ser humano, esto trasciende a cualquier
época y cualquier distancia geográfica.

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